Los Rebeldes Mai Mai
Dejamos Nia Nia, la ciudad del Salvaje Oeste en RDC. Y nos dirijimos los 4 hacia Mambasa, donde volveremos a separar caminos.
Allí me espera Mwenyemali (Ver Pisando el Barro, la historia de un pequeño Gran hombre), con quien visitaré sus proyectos con los pueblos pigmeos.
Así empezamos la ruta, sabiendo que nuestra preciada compañía, terminará pronto. Pero contentos de tenerla mientras dure.
Mantenemos alto este espíritu positivo mientras avanzan los kilómetros, disfrutando la compañía de manera especial. De esa forma que sólo se puede hacer cuando algo se sabe efímero.
Reflexiono. Me sonrío. Sé que las cosas saben mejor cuando no son eternas. Como este viaje. Como un buen vino… Como la vida misma.
En nuestro camino encontramos varios puestos de control. Observamos con reticencia los pequeños detalles…buscando indicios de peligro. Pero por suerte no encontramos rastro de los rebeldes. Nos relajamos. En principio nunca se toman la molestia de atacar vehículos a motor. Sus objetivos acostumbran a ser miembros del ejército.
Aunque nunca se sabe aquí, en estas tierras sin ley hay muchas variantes de protesta armada. Los rebeldes no están unidos por un líder único. Si no que cada zona forma un conjunto de pequeños grupos con sus reivindicaciones propias.
Por donde pasamos se hacen llamar Mai Mai. Un grupo salido de los pueblos cercanos a Nia Nia, que reaccionó ante las limitaciones del gobierno a la caza en su zona, pues es Reserva protegida donde habitan Okapis, un animal que tan solo puede encontrarse en este lugar. A medio camino entre la girafa y la zebra.
Estos grupos respondieron matando a todos los okapis que el Gobierno tenía en su zona para mostrar al turista. El motivo es que el Gobierno obtiene dinero del turismo, pero en cambio a ellos les quitan privilegios a cambio de nada.
Se puede decir que tienen un origen digno… Pero en la actualidad se dice que los Mai Mai se han vuelto peligrosos. Que secuestran y violan a mujeres y que van armados y cargados de balas bajo los efectos del alcohol.
Parece que la humanidad somos así. En continuo vaivén entre el bien y el mal. Entre lo que es justo e injusto. Con muchas causas que se pierden en la codicia, en el ansia de poder y en la debilidad de los instigadores.
Me pregunto si seremos capaces alguna vez de superarnos a nosotros mismos. De evolucionar. En nuestra historia son muchas las revoluciones que inician con buen propósito. Con una causa justa . Y empiezan a morir con las primeras balas.
Quizás el problema no es la injusticia… ni la causa… Quizás somos simplemente nosotros. Todavía evolucionando. Todavía pobres de espíritu en un conjunto.
Salgo de mi ensimismamiento. No se puede generalizar. Cada grupo rebelde tiene sus motivos y su manera de actuar.
La verdad es que se hace difícil saber dónde está la verdad. Cada persona tiene la suya. Cada grupo. Cada individuo es capaz de decidir por él mismo en qué lado de la historia quiere estar.
Sea como sea, lo rebeldes son proscritos. Y como la mayoría de ellos, viven escondidos en la espesa selva de RDC, donde nos encontramos ahora y para nosotros, los viajeros, sus posibles causas se salen de nuestras competencias. Y ejercemos la prudencia. Un Valor precioso en estos parajes.
Adiós en Mambasa
Después de medio día de viaje llegamos a Mambasa y tomamos otro té con Yousouf , Kavuma y el buscador de oro. Sabe claramente a despedida. Sabemos que es el final de nuestra historia. En 2 días hemos compartido muchas horas y largas conversaciones. Nos tratamos como viejos amigos y nos despedimos con un sentido hasta pronto.
Abdu Yousouf es especial, de esas personas que te quedan marcadas en el corazón. Amable, curioso y atento y sabedor de que en Occidente no es Oro todo lo que reluce como creen muchos aquí.
Quién sabe. Quizás nos volvamos a ver.
Y apareció el Oro
Con mis compañeros todavía en mente, intento encontrarme con Mwenyemali. Aunque resultará tarea difícil. Él está desplazado a Mambasa tan solo unos días y tiene tareas y quehaceres por los que se le paga.
Así que me dirijo al hotel y decido tomarlo con calma. Como todo aquí.
Pero al poco de llegar me sorprendo al ver a blancos. Somos una especie rara en Congo. Sé que tan solo pueden ser miembros de una ONG, de empresas relacionadas con el oro o misioneros. Pero me digo que no tienen aspecto de lo último.
Finalmente resultan ser una ONG llamada Partnesrship Afrique Canadá que intenta crear vías de que la extracción de minerales, principalmente del oro sea controlada, con lo que imponer un orden con el que puedan sacar provecho, mediante impuestos, los habitantes de la zona.
Como regla general, los países con mayor riqueza mineral son los más pobres.Los minerales, atraen la atención de grandes empresas y cazadores de fortuna de moral dudosa. Así que finalmente el Oro, el coltán y los diamantes, que podrían hacer de RDC un país enormemente rico, se tornan su maldición.
En Congo, las grandes empresas, con la colaboración del gobierno, encuentran la manera de no pagar. Los rebeldes buscan caminos para extraer esa riqueza y armarse, así como países vecinos…
Y mientras, los habitantes locales se ven sumidos en la más profunda miseria. Viendo como las grandes maquinarias y las fuerzas rebeldes se llevan su camino a la libertad. Destrozando por el camino a familias. Directamente mediante las armas e indirectamente mediante la elusión de impuestos.
PAC, la ONG, tiene en “concesión” algunas minas y se concentra sobre todo en las pequeñas extracciones, que son muchas y difíciles de controlar.
Básicamente, intentan que no sea como en el Salvaje Oeste, lo que vi en Nia Nia. Y quieren que la extracción pueda ser “trazable”.
Se han ganado un nombre. Y el gobierno también los reconoce. Aunque saber la verdad sobre este gobierno resulta difícil.
¿Es tan solo una manera de limpiar su nombre? ¿O es que en realidad, un país del tamaño de RDC y de naturaleza tan salvaje se les hace difícil de controlar?
El Consultor
Con ellos se encuentra también un consultor externo proveniente de Francia, que se dedica a ver que los procesos de la ONG son correctos. Su organización conoce bien RDC y los problemas que le asolan.
Me comenta que el Coltán hace tiempo que ha dejado de ser el problema principal. Los ojos internacionales hace tiempo se pusieron en él. El problema principal en RDC hoy en día es el Oro, en quien las fuerzas rebeldes ponen toda su atención.
Hay además una razón de “peso”. Una pequeña cantidad de oro, a diferencia de otros minerales como el coltán, tiene un gran valor. Por lo que es más difícil de controlar y trazar.
Hablando con él me doy cuenta de la complejidad de todo el proceso de la extracción mineral en este país. De la cantidad de actores presentes en el proceso, de lo poco que benefician al pueblo congoleño y de la imposibilidad de solventarlo de una manera rápida y efectiva.
Finalmente, los pueblos pigmeos
La larga espera para visitar el pueblo pigmeo resulta ser una de las más interesantes del viaje, en la que puedo descubrir un tema que tantas veces hablamos, con total desconocimiento en Occidente.
Pero ya llegó el momento. Han sido 5 días de espera. Mas ya estoy acostumbrado. Esto es África. Y la prisa no forma parte de ninguna agenda.
Mwenyemali me muestra los puestos de sanidad creados por su organización, así como mejoras en construcción hechas en los campamentos pigmeos.
Se trata de pasar de las casas hechas de hojas, a construcciones hechas en barro. Es un mínimo progreso, pero es un progreso.
A medida que avanzamos en la visita, la imagen de pigmeos alcoholizados y la mirada de desesperanza me causan un profundo impacto.
Me explica Mwenyemali la organización del pueblo y de las escuelas. Las casas con techos de chapa metálica representan el progreso y son ocupadas por los bantúes.
Atrás, quedan los pueblos pigmeos, siempre en la retaguardia, en construcciones más precarias.
Es lo equivalente a los establos. Y ellos son las bestias de carga.
Entonces veo el destilador. La herramienta bantú de esclavización. Me lo enseñan con orgullo.
Por él los pigmeos venden sus vidas. Por unas gotas de alcohol al finalizar el día, trabajan las tierras bantúes.
Veo con tristeza que independientemente del país, ya sea Camerún, República del Congo, Congo Democrático, o como más adelante veré también en Uganda, el pueblo pigmeo parece abocado al mismo destino.
REFLEXIONES FINALES
Lo visto en los pueblos pigmeos es duro. Arruga a la persona más valiente o insensible. Tan solo gracias a gente como Mwenyemali(Ver la entrevista aquí, y el post sobre su vida aquí) podemos aspirar a que sea distinto. Como dije, necesitamos héroes que pisen el barro. Esperemos que salgan y lo consigan.
Por otra parte el oro y los recursos minerales aparecen como el sueño transformado en pesadilla. Es la visión de un oasis al que nunca llegas.
Representan la eterna promesa. La posible salida de la miseria, pero la realidad es que son probablemente el mayor mal del país, corrupción aparte, por los problemas que atraen. Tiene difícil solución, pero el conocer a gente como Partnership Afrique Canada, me hace ver que quizás, aunque sea a un ritmo lento, podemos avanzar en la dirección correcta.
Muchas reflexiones. Muchos impactos. Este país no da lugar a la indiferencia. Cada avance, cada paso en estas tierras, resulta rico en detalles. En experiencias.
Todavía tengo que madurarlo. Pero sé, antes de salir de él, que este país no permanecerá en el olvido de mi memoria. Demasiada esencia de humanidad. Demasiada pureza del bien y del mal. Para lo bueno y para lo malo.
El hombre es dominado por sus vicios y definido por sus miedos. O por sus virtudes y su valentía. Tenemos una balanza que se puede decantar hacia un lado o hacia otro. Y en ningún lugar lo he visto más claro que en Congo.
Espero que os haya gustado!! Os dejo a continuación el enlace para quien quiera donar al proyecto de una Mejor Sanidad en Africa. El 100% irá a Fundación Recover, Hospitales para África.
http://www.migranodearena.org/es/reto/12314/africa-a-pedales-el-reto-de-alfons-a-favor-de-fundacion-recover/
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