Carta al pasado

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20 de abril de 2015

Estimado Alfonso,

No te asustes al recibir esta carta. Pues no soy más que tu yo futuro escribiendo al pasado. Te preguntarás por qué y cómo me ha ido. Ya que no es común dirigirse a un yo pasado, ni leer un yo futuro…pero seguro que te pica la curiosidad del saber, como siempre ha sido…
Siempre te ha movido esta obsesión tuya de buscar. De conocer. En definitiva, de crecer.
No te preocupes, pues esta aventura que vas a empezar será el principio de algo distinto en tu vida. En tu yo.

Como ya sabes y esperas, el camino, durante estos 3 meses, no ha sido siempre fácil. Pasarás momentos de dudas, de decepción y de pérdida de ilusión. Pero no van a ser más que el paso pasajero de tus miedos, de ese yo pequeño, que llevamos todos dentro. Ese personaje que te dice que no cambies nada, que no sigas. Que antes estabas mejor. Que tu vida anterior era más fácil. Ese yo miedoso que busca justificar la inacción, el conformismo.

Pero sobretodo pasarás por experiencias sorprendentes. Nuevas. Y no solo tú. Si no tu círculo futuro, totalmente distinto, de una manera mágicamente recíproca.
El formar parte de este nuevo «círculo» te aportará perspectiva.
Te removerá en lo más profundo. El compartir y el dar, forman parte de las experiencias más bonitas de esta aventura que es la vida y el ser humano. Así que no te frenes, no seas miedoso. Multiplícate. Entrégate a esta nueva vida. Y saborea sus frutos a medida que vayan llegando. Sean los que sean. Un pequeño cambio en la vida de alguien, conocer un nuevo punto de vista o una simple sonrisa.
Haces bien en no tener expectativas concretas. En estar en modo receptivo. Porque Alfonso, créeme si te digo que esta experiencia te sorprenderá hagas lo que hagas, pues no es nada parecido a lo que has vivido.
Por otra parte, esta milenaria cultura, contradictoriamente apasionante, te atrapará. Pero no esperes comprenderla todavía, pues probablemente en su infinita complejidad está el secreto de su atracción o dificultad de digestión, para algunos.
La gente que conocerás te enseñará lo inesperado. Entrégate y vivirás, sin duda, en el más estricto sentido de la palabra.
Quien menos te lo esperes te aportará lecciones importantes en tu camino. Así que mantén tu corazón abierto. Pues compartirlo hará que se expanda todavía más. Y el abrirlo te permitirá ampliar también tu conciencia sobre este mundo nuestro.

Como ya supones, estos 3 meses no te habrán convertido en la Madre Teresa, ni habrás sido  el héroe salvador de ninguna película. Pero éste ha sido sin duda, un pasito más en tu camino de crecimiento, un granito más en esta sociedad todavía por despertar. Una gota en el océano, que quizás permitirá que haya otras nuevas. Para acabar, con suerte, en un futuro, transformando el mundo en un hogar para todos.
Y así sin más, me despido, no sin antes recordarte que disfrutes de esta experiencia, de este país y su cultura, tan complejas como enriquecedoras, capaces de removerte hasta las entrañas. Un país en el que las pequeñas cosas son lo importante. La experiencia de lo diario. Donde el sentido siempre estará detrás del ruido, en lo cotidiano, más que nunca aquí. Así que sigue haciéndote las preguntas pequeñas, las más básicas, porque son las que te permitirán crecer, las que te harán soñar en grande. Y a la vez déjate llevar por el designio de la vida, que te hará navegar bajo los dictados de un universo siempre agradecido a quien cree y a quien se entrega a su dogma.

Y ahora sí, te dejo ya a sus designios. Un fuerte abrazo y hasta pronto.

Con cariño,

Tu yo futuro.

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